Whole Foods Markets está estableciendo nuevos límites sobre cómo se venden los productos en sus tiendas y pidiendo a los proveedores que ayuden a pagar los cambios, lo que irrita a algunos vendedores locales que siempre han dependido de la tienda para obtener visibilidad y espacio en los estantes.

Los cambios, descritos en un correo electrónico enviado recientemente a los proveedores de la empresa, están destinados a ahorrar costos y centralizar las operaciones. Vienen como el nuevo propietario de Whole Foods, Amazon.com, impulsa a reducir los precios en las 473 tiendas de la cadena.

Algunos propietarios de pequeñas empresas dijeron que ya están sintiendo el efecto.

Valerie Gray, por ejemplo, comenzó a vender su salsa de pasta, Italian Heart's Gourmet Foods, en la tienda Whole Foods en Reno, Nevada, hace cuatro años. Durante años, dijo, la tienda le permitia tener 108 botellas de salsa de pasta a la vez. Ahora los estantes acomodan solo 36 botellas de salsa a medida que la tienda da cabida a las marcas nacionales. Las ventas de salsa de pasta Grey han disminuido en un 75% en el último mes, dijo.

Anteriormente, Whole Foods permitía a proveedores como Gray supervisar sus propias mercancías o contratar firmas locales para que lo hicieran. Pero según las nuevas reglas, Whole Foods exige a los proveedores que trabajen exclusivamente con Daymon, una firma de estrategia minorista con sede en Stamford, Connecticut, y su filial, SAS Retail Services, para programar degustaciones en la tienda, verificar el inventario en estanterías y crear pantallas de su parte.